Galletas de mantequilla
La galleta de mantequilla es la base de otras muchas y se compone de mantequilla, harina y azúcar. Su masa produce una pasta crujiente que se condimenta al gusto con distintos sabores, coberturas y rellenos. Son fáciles de variar y las más habituales son las ajedrezadas, las rellenas de mermelada, las que se conocen como de Bruselas y los palitos finlandeses.
Galletas de mantequilla con huevo
Es preferible agregar huevo a la masa si vas a moldear las galletas, ya que así es más elástica.
Mantequilla
Cuando hagas galletas de mantequilla en tu amasadora Ankarsrum, debes utilizar mantequilla en pomada, no fría del frigorífico ni derretida. Atempérala durante una hora o rállala fría en finas virutas con un rallador de queso.
Si prefieres usarla fría, te recomendamos que mezcles la masa en el bol de acero con el rodillo.
Harina
Si usas demasiada harina en la masa te quedará muy quebradiza y se romperá fácilmente al dar forma a las galletas. Para arreglarlo, añade un poco de agua o mantequilla y dale un amasado rápido.
Azúcar
Algunas recetas para galletas de mantequilla indican que puedes usar azúcar glas o extrafino. Elige el azúcar glas si las quieres un poco más blandas y que se conserven frescas durante más tiempo, y el extrafino si las quieres más crujientes y quebradizas.
Masa
La masa para galletas de mantequilla debe mezclarse durante el menor tiempo posible para no trabajarla en exceso. Si la amasas demasiado, las galletas quedarán duras en lugar de crujientes.
Con el bol plástico y las varillas para mezclar, solo se tarda unos minutos en preparar la masa para estas galletas. Mezcla todos los ingredientes a velocidad baja hasta tener una arena fina, entonces aumenta la velocidad hasta que esté más terrosa. Para la amasadora, compacta con las manos esa arena en una bola, envuélvela en film transparente y métela en el frigorífico para que repose.
Frío
Una vez mezclada la masa, envuélvela con film transparente y déjala reposar en el frigorífico. Enfriarla es importante porque al cocer las galletas la mantequilla fría tardará más en derretirse que si está a temperatura ambiente, lo que garantiza que no se desparramen demasiado. La masa fría también es más fácil de trabajar a la hora de estirarla y darle forma. Puedes conservarla en el frigorífico hasta dos semanas.
Cocción
Para que las galletas se horneen de manera uniforme, es importante que todas las que estén en la misma bandeja sean del mismo tamaño. Puedes pesarlas o ayudarte de algún utensilio para medirlas. Si vas a cocerlas por tandas usando la misma bandeja, después de sacar del horno la primera remesa debes esperar a que se enfríe el metal antes de colocar la nueva encima. Si la bandeja está demasiado caliente, cuando pongas las nuevas galletas corres el riesgo de que se cuezan de forma desigual.
La mayoría de las galletas se enfrían mejor sobre una rejilla.
Si no se hinchan como deberían, puede deberse a que la masa se ha trabajado demasiado o contiene demasiada harina. Si, por el contrario, se desparraman, probablemente se deba a que la masa tiene muy poca harina o a que no se ha enfriado del todo.
Conservación
Una vez horneadas, las galletas pueden conservarse dentro de recipientes herméticos a temperatura ambiente hasta 2 semanas o más, dependiendo de los ingredientes. En el congelador aguantarán hasta 3 meses.
Agente leudante
A las galletas de mantequilla no se les añade ningún agente leudante, pero algunas de otro tipo sí contienen levadura de repostería o bicarbonato sódico. Ambos agentes requieren algún tipo de líquido en la masa para poder reaccionar.
Cookies
Las galletas estadounidense, conocidas como cookies, son un elemento relativamente nuevo en las cafeterías suecas y suelen estar aderezadas con chocolate y frutos secos. Las hay de muchos tipos, tamaños y texturas, pero suelen ser blandas y con mordida por el centro, y crujientes por el borde.
Galletas con formas
Con la prensa para galletas de Ankarsrum, puedes formar la masa en cuatro patrones diferentes, que a su vez puedes moldear como desees.
Otras galletas
Los cuadraditos de caramelo (unas galletas cuadradas con caramelo), las galletas de jengibre, las campesinas y las de avena son muy populares en Suecia. Comparten los mismos ingredientes básicos que las galletas de mantequilla, pero se les añaden otros con los que se obtienen texturas y sabores distintos. Por ejemplo, el sirope aporta una textura blanda y masticable mientras que ciertos agentes leudantes las dejan más aireadas y crujientes.
Congela la masa de las galletas
La masa para galletas puede congelarse hasta 3 meses. Envuélvela con film transparente y congélala entera, en un tronco o preformada. Si ya están formadas, cuando vayas a hornear las galletas, colócalas directamente sobre la bandeja y cuécelas sin descongelarlas antes.
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Galletas de mantequilla, receta básica
200 g de mantequilla
270 g de harina de repostería
90 g de azúcar
Instrucciones:
1. Pon el horno a 175 °C. Cubre la bandeja con papel de horno.
2. Coloca en la amasadora Ankarsrum el bol de plástico y las varillas para mezclar.
3. Ralla la mantequilla y mézclala con la harina y el azúcar hasta tener una arena muy granulosa. Compáctala en una bola y amásala a mano hasta tener una masa firme.
4. Envuélvela en film transparente y métela en el frigorífico para que repose al menos media hora.
5. Da a las galletas la forma que quieras.
6. Coloca las galletas a media altura en el horno y ajusta el tiempo de cocción en función de su tamaño (entre 10 y 12 minutos) o cuécelas hasta que se hayan dorado un poco.
7. Deja que se enfríen sobre una rejilla.
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Galletas de mantequilla con huevo, receta básica
200 g de mantequilla
240 g de harina de repostería
135 g de azúcar
1 huevo
Instrucciones:
1. Pon el horno a 175 °C. Cubre la bandeja con papel de horno.
2. Coloca en la amasadora Ankarsrum el bol de plástico y las varillas para mezclar.
3. Ralla la mantequilla y mézclala con la harina y el azúcar hasta tener una arena muy granulosa.
4. Agrega el huevo y sigue mezclando..
5. Compacta la masa en una bola y amásala a mano hasta que esté firme.
6. Envuélvela en film transparente y métela en el frigorífico para que repose al menos media hora.
7. Da a las galletas la forma que quieras.
8. Coloca las galletas a media altura en el horno y ajusta el tiempo de cocción en función de su tamaño (entre 10 y 12 minutos) o cuécelas hasta que se hayan dorado un poco.
9. Deja que se enfríen sobre una rejilla.
¡Buena suerte!